El Agencia Tributaria (AEAT) y el Gobierno han aprobado recientemente un nuevo aplazamiento en la entrada en vigor obligatoria de Verifactu. Lo que en un principio debía cumplirse en 2026, ahora se retrasa un año más para dar mayor margen de adaptación.
Nuevas fechas clave
- Para sociedades sujetas al Impuesto sobre Sociedades: obligatorio desde el 1 de enero de 2027.
- Para autónomos, pymes y resto de obligados tributarios: plazo hasta el 1 de julio de 2027.
- Para proveedores de software de facturación (SIF): desde julio de 2025 solo podrán comercializar programas adaptados a Verifactu.
Este aplazamiento modifica el calendario anterior (enero/julio de 2026) aprobado tras la publicación del reglamento inicial.
Por qué se ha postergado
La decisión responde, según fuentes oficiales, a las solicitudes de asociaciones de autónomos y pymes que advertían sobre la falta de preparación técnica y operativa en gran parte del tejido empresarial.
El aplazamiento pretende dar más tiempo para que empresas, autónomos y desarrolladores de software puedan adaptar sus sistemas, integrarlos correctamente y garantizar el cumplimiento normativo de forma adecuada.
¿Qué pasa con quienes ya implementaron Verifactu?
- Para quienes ya han adaptado su sistema, la norma sigue vigente: el hecho de que Verifactu esté ahora obligado más tarde no invalida los sistemas que ya cumplen los requisitos.
- Esa preparación previa puede convertirse en una ventaja: empresa ya adaptada, menos riesgos ante inspecciones, trazabilidad garantizada y menor urgencia ante plazos oficiales.
- No obstante, conviene conservar toda documentación de adaptación (certificados de software, registros de prueba, documentación técnica) por si en el futuro se revisa la configuración o la norma exige auditorías.
En definitiva: quienes invirtieron ya en la adaptación no salen perjudicados, pero deben mantener los sistemas operativos y bien documentados, ya que la obligación normativa sigue viva — solo se retrasa su entrada obligatoria.
Qué deben hacer ahora las empresas y autónomos
- Revisar con su proveedor de software de facturación que el sistema sigue cumpliendo los requisitos del reglamento.
- Mantener la configuración activa y los registros de facturación conforme a Verifactu o, en su defecto, valorar si conviene seguir con un sistema certificado.
- Verificar que sus procesos de facturación sean compatibles con la normativa: integridad, trazabilidad y conservación de registros.
- Aprovechar el plazo extra para planificar la transición con calma y minimizar errores o sobrecostes.
- Contactar con una asesoría especializada para revisar su situación concreta y asegurar el cumplimiento cuando llegue la fecha obligatoria.
Conclusión
El aplazamiento de Verifactu hasta 2027 ofrece un respiro necesario para muchas empresas y autónomos. Pero no elimina la obligación: simplemente retrasa su exigibilidad. Aprovechar este tiempo de forma estratégica —actualizando sistemas, revisando procedimientos y dejando todo en regla— puede representar una ventaja competitiva y una garantía frente a futuras inspecciones.





